Las relaciones saludables toman tiempo en desarrollarse y deben ser basadas en respeto y honestidad mutuamente. Esto es bien importante especialmente cuando se decide salir con alguien en alguna cita.
En una relación saludable ambas personas deben:
- Tratarse con amabilidad y respeto
- Ser honestos el uno con el otro
- Gustarle pasar tiempo juntos
- Mostrar interés en las cosas que son importantes sobre usted y su pareja.
- Respetar los límites emocionales, físicos y sexuales de ambos.
- Hablar honestamente sobre sus sentimientos.
El amor no debe doler, pero a veces lo hace. Aquí tiene algunas estadísticas:
Según la encuesta Nacional para parejas intimas y la violencia sexual (The National Intimate Partner and Sexual Violence Survey), casi 3 de cada 10 mujeres y 1 de cada 10 hombres en los Estados Unidos han experimentado alguna violación física o han sido acechados por sus parejas. El informe de violencia reporto dicha violencia les afecto de alguna manera como por ejemplo les hizo sentir miedo, temor, preocupación por su seguridad, hubo alguna lesión envuelta incluyendo la perdida de trabajo y/o escuela por culpa de la situación.
Según estadísticas del FBI indican que la violencia infringida por la pareja resulto en 1,336 muertes en el año 2010. Esta es una figura que representa el 10% de todos los homicidios, el 8% de estas resultaron en muertes para mujeres y el 18% eran hombres.
El abuso puede ocurrir en cualquier tipo de relación por ejemplo gay y heterosexual, casual o de larga duración, entre personas jóvenes o viejos.
Alrededor del 10% de los estudiantes en Universidades dicen que han sufrido de algún tipo de violencia por parte de sus parejas.
El abuso físico, en que alguien causa dolor o daño físico a otra persona, incluyendo golpes al cuerpo, bofetadas o patadas. El abuso sexual también es un tipo de violencia e implica cualquier tipo de acercamiento sexual no deseado. Se puede incluir comentarios sexuales no deseados por la persona y hasta relaciones sexuales forzadas que son consideradas violación hacia la persona.
El abuso no siempre significa que alguien golpea o hiere tu cuerpo. El abuso emocional es cualquier cosa que daña tu autoestima o te causa vergüenza. Esto incluye decir cosas que hieren tus sentimientos o te hacen sentir que tú no vales la pena y tratando de controlar a quien ves o para dónde vas. Esta forma de abuso puede afectar a cualquier persona sin importar su edad, género u orientación sexual.
Si eres—o has sido—en una relación en la que fuiste maltratado/a, no es tu culpa. El problema es con el abusador y tú no tienes la culpa! Cualquier persona puede ser objeto de abuso como niños, niñas, hombres, mujeres, homosexuales, heterosexuales, jóvenes, viejos o cualquiera puede convertirse en la un abusador.
No importando el tipo de relación en que te encuentres, el dejar esa relación puede ser difícil por muchas razones, por ejemplo:
- Amor – Muchos abusadores tienen una cara simpática y son cariñosos. Muchas de las víctimas creen que pueden cambiar el comportamiento del abusador.
- Miedo – A veces una pareja te amenaza con hacerte daño cuando tú decides a poner fin con la relación.
- Duda – No es fácil admitir que la relación en la que te encuentras es abusiva. A lo mejor puedes estar preocupado acerca de lo que otras personas piensen sobre ella.
- Vergüenza – es posible sentirse que es un fracaso pedir ayuda a otra persona.
El abuso no sucede porque hiciste algo mal o porque no eres suficiente inteligente o fuerte. Recuerda que probablemente hiciste lo mejor que pudiste en su momento y ahora estas aprendiendo a ser seguro de ti mismo, tener una relación feliz y saludable. Tú te mereces una relación feliz y sana porque el abuso de cualquier tipo no está bien.
En cualquier relación íntima hágase estas siguientes preguntas sobre tu pareja:
- ¿Alguna vez me ha golpeado?
- ¿Alguna vez me amenazó a mí o me hizo sentir miedo?
- ¿Exige saber a dónde voy y con quien me veo?
- ¿Habla de mí de una manera degradante?
Si tu respuesta es “Sí” a cualquiera de estas preguntas, ppodrías estar en una relación que no es buena o no te conviene. La buena noticia es que si puedes detener el abuso y no tengas miedo en pedir ayuda. Acuérdate que tú no has hecho nada malo y no eres el problema. Habla con alguien que te sientas cómodo sobre el tema.